China de la China

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China
Ayer estaba en mi restaurante favorito chino, en Witham, (si, ese del que me traigo comida a casa en el avión (aunque algunos piensen que estoy loca), la congelo y la sacamos cuando nos apetece algo de comida internacional especial) y la chinita del restaurante se empezó a reir cuando entré por la puerta con la mano tapándose la boca…. «jijiji… Holaaaaa otla vez pol aqui! jijiji….

a la chinita esa creo que le caigo muy bien, o también piensa que estoy loca porque voy por allí una semana sí y una no y me dice «pala el avión veldad?», en fin, os juro que es espectacular, aunque de pinta sea de lo mas normal y nadie de los que me lean irá nunca hasta allí (aunque esteis en Londres) a probarlo….
Algunos de vosotr@s incluso habéis probado alguno de esos platos en alguna de mis cenas y creo que lo confirmais.
 
Al estar hablando con la chinita, recordé unas historias muy divertidas de mi amigo Miguel. 
Miguel estuvo viviendo (o diré sobreviviendo) en la china por motivos laborales durante unos meses hace unos años y nos envió sus experiencias allí.
Me gustaría compartirlas hoy con vosotr@s porque realmente son muy buenas.
 
«Hola hola hola,
ya llevo dos días aquí, y me voy haciendo poco a poco. Aunque reconozco que al principio estaba un poco hasta el golo, quielo decil, hasta la colonilia.
 
Por si alguien tiene alguna duda, estoy en China, y todo es chino, chino, chino. Datos:
– Casi nadie habla inglés. Sólo algunos (o algunas, muy monas las chinitas, por cierto) en la recepción del hotel, y en el trabajo. Pero estos lo hablan tan mal/raro/chino que no se le entiende nada. Y obviamente, para ellos yo hablo tan mal/raro/raro (no creo que tengan localizada España) que no me entienden. Mi mejor amigo es mi portátil, del cual por cierto creo que hoy me han dado cambiazo al adaptador de red mientras me iba a comer (cablones) por otro de menor potencia, y ahora el poltatil me va a pedales.
 
– Cuando entro en las oficinas del cliente a trabajar, un chaval con uniforme no sé de qué, se cuadra (tokatelasbolas!!!). El primer día creía que era una casualidad, pelo el segundo me fije mejor, y era como cuando en la mili yo era alferez y me acercaba a una garita o barracón. El tío de la entrada esta a su bola, pero cuando te ve de lejos ya se va preparando, se va poniendo firme. Según te acercas está como el palo de una escoba, pero con los ojos te mira de reojo según te vas acercando. Pasas, y luego miras de reojo hacia atlás y ha recuperado su postura pasotil… Qué solemnindad, oye!
 
– A mis estimados amigos les diré que se equivocan, al menos en una cosa. Sí que se usan palillos. En el hotel todavía puedo rendirme y pedir tenedolespolfavol con un descriptivo gesto de tres dedos, pero en los restaurantes de fuera estas vendido. Soy un espectáculo persiguiendo el trozo de pollo (espero que fuese pollo) mengoso por el plato con los palillos. Pero en cambio, habeis de saber que ya soy capaz de comel aloz con los palillos. En uno de cada cuatro intentos consigo terminar el largo camino desde el plato hasta mi boca sin que se me caiga el burruño de aloz (como aloz todos los días, odio el aloz!!!!).
 
– Hoy me he acabado de dar cuenta de que estaba en la china de la china más china. Me había pegado a una cuadrilla de chino-canadienses que iban a comer a un restaurante, y cerca del restaurante he tenido un dejavu de esos. Iba mirando al suelo, y en un momento dado he visto junto a mi zapato la cabeza de una serpiente (oh, no ya empezamos con aquello!!!). Pero a diferencia de aquella historia californiana, esta serpiente era menos peligrosa, ya que de hecho, solo estaba la cabeza, ahí tirada en la acera. El resto (que seguro que es lo más apetitoso) estaría en algún perolo del restaurante al que estaba a punto de entrar. Yo quielo ilme a mi casa!!!
 
– Después he preguntado a uno de los canadienses por un cartel en la piscina sobre que hace falta una tarjeta de sanidad. Es que me he traido el gorro y las gafas de piscina suponiendo que el hotel estaría bien. El caso es que me ha dicho que si no me he vacunado (que no lo hice ya que no tendría efecto pues mi viaje era inmediato), que no me bañe en la piscina, no vaya a tragar agua. Parece ser que los olientales son inmunes a una selie de enfermedades ya desaparecidas en occidente, pero que campan a sus anchas por el líquido elemento. También me ha dicho que me limpie los dientes sólo con agua de botella. No sé por qué, me ha recordado a una escena de «Aterriza como puedas», ya sabéis, la del médico y el piloto…
 
– Hoy por la noche he ido a cenar al Downtown (a unos 5 km. del hotel). Una operación de alto riesgo, ya que todavía no he cogido una tarjetita del hotel, y como me pierda de los chinos con los que voy ya me habéis visto el pelo. De hecho, después de cenar uno se ha ido por ahí a hacer no se qué (de plostitutas, he pensado yo) y para no quedarme solo he tenido que acompañar a la Project Manager a un «supelmercado» a comprar sus cositas de mujelcita (parece que las chinas también tienen el mismo defecto de fáblica, ejem). El caso es que en el restaurante se me quedaba mirando la camarera como si nunca hubiese visto a un tío normal (bueno, más o menos) y preguntaba a ver si no hablaba chino (¿tengo yo cala de hablal chino?). La china que estaba conmigo me decía que probablemente nunca había visto un occidental (Mianyang sólo es la tercera ciudad de una provincia no muy grande). Incluso me ha pedido que le enseñe una moneda de mi pais. una pena, solo tenía un… ouan, o como coño se diga, que es igual a 10 iaos, o como coño se diga, que es igual a 10 zens, o como mielda amalilia se diga!
 
– Y que sepáis que la provincia de Sichuan es famosa por su comida picante. Ayer cené sólo, y además de no saber lo que pedí, casi se me saltan las lágrimas. Los de alrededor debían de pensar que qué triste estaba ese chico comiendo solo…
 
Y otro día os hablo del tráfico, que merece capítulo a parte. De hecho es lo que más me ha asustado hasta ahora, bueno, a parte de la serpiente y de las pintas de la gente, que no deben ser peligrosos, pero van con unas pintas… O de las bicis, y de los paraguas para el sol, o del Downtown, o del aeropuerto, o de las tiendas… no sé. Es una expeliencia, pelo…»
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7 Respuestas a China de la China

  1. Laura dice:

    Ya, jajaja, Martita es única. Nos llevaste a Azurro en Witham, pero chino no, aunque pensándolo bien creo que a uno que se yo no hubieras conseguido meterlo en un chino por muy bueno que le cuentes que está..jeje

  2. Yo cada vez que los leo me río por eso he querido compartirlos (gracias Miguel por dar tu aprobación!).
    Por cierto, ponedme quienes sois cuando escribis como anónimo porque si no no lo se…..Besos!

  3. Chica, pues la verdad es que ni se me ocurrió, porque como fuimos a Londres todos los dias… todavía me acuerdo del despiste de tu hermana en la tienda de ropa y lo que nos pudimos reir luego en el autobús! Besos!

  4. Que mas que hubiera querido yo haberme podido acercar…. y mira que lo intenté pero fue un día de esos…. de los de mis historias….

  5. Anonymous dice:

    ¡Que recuerdos de los mails de Miguel! me he reido como la primera vez que lo lei

  6. Laura dice:

    Itzi, por que no nos llevaste a ese chino cuando estuvimos en Whitam??? en la foto buena pinta ya tiene. Y lo de Miguelito y la china, gracias por colgarlo!me rei muchisimo en su dia y lo he vuelto a hacer hoy, que grande Miguel. Eso si, he agradecido que no fuese el capitulo sobre los chinos y su tendencia a escupir…porque estaba cenando…

  7. star dice:

    Genial, al segundo pallafo ya estaba yo cambiando todas las elles del texto por elles…¿¿¿¿?????
    Y pol cielto, nos has dado planton!!!!
    Besosoooososososo

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