Comunión

Pues bien, por fin llegó y pasó el GRAN día, después de estar Jon “semanas” contando los días que faltaban para la celebración!

He de decir que todo salió genial, el ambiente, el tiempo, la comida, la gente…. Todo!

Hasta conseguí entrar en el vestido (eso sí después de estar 3 semanas comiendo verdura! Por Dios no puedo entender a los veganos, en serio….), bueno, a ver, hace 3 semanas, en el vestido «entraba», pero “de esa manera” como una morcilla azul a punto de reventar cuando la cueces (sabéis a qué me refiero verdad? (lo de azul por el color del vestido por cierto), lo que quiero decir que conseguí entrar en el vestido “en condiciones”, es decir, ama me dijo que “me quedaba bien”, o sea que pasó el control de calidad más importante de todos (aunque Alex me dijera que si adelgazaba un kg mas me quedaría ya perfecto (y digo yo…. Que sabe Alex lo que es un kg en lo que a “michelines” se refiere?, casi mejor no pensarlo!)

El restaurante genial, pero genial de verdad, recomendable total, el Asador Aurrekoetxe en Mungia, los dueños superamables, la comida buenísima y el entorno de foto (menos mal que no llovió porque si no hubiésemos tenido un problemilla porque estábamos en medio del campo!)

Las fotos allí salen preciosas con el entorno verde las campas, los montes y el día que hacía, aunque Jon (y mi sobrinita, que no tenía día de fotos) no estuvieron muy colaboradores con el tema del “posado” (aunque Alex posa por él y por “todos sus amiguitos”) vamos que todos salieron genial, pero para pillar a estos dos sonriendo… yo que quería una foto en familia chula con los dos niños posando felices…. Y digo yo «en algún momento la conseguiremos?»

Todavía me acuerdo de una vez cuando Jon estaba en la guardería y vino diciendo que tenía que llevar una foto de su familia para el día siguiente, y sorpresa sorpresa, no teníamos ninguna, así que como estaba en casa mi suegra, le pedimos que nos sacara una foto a los 4 (que nótese, estábamos ya en pijama…). Casi ME MUERO de vergüenza cuando un mes mas tarde, viene el niño de clase con un álbum con fotos de TODAS las familias de los niños de su clase en el que TODOS salían con fotos de “posado” o de “boda”, menos nosotros que estábamos ahí en pijama de lo mas naturales, y por supuesto el álbum había pasado por las casa de TODOS los niños de clase….. en fin…..

Fuimos a probar la comida para decidir qué elegíamos aunque ya sabíamos que allí se comía muy bien, y queríamos elegir un menú de los de fin de semana tradicionales de merluza o  chuletón, que sabemos que les gusta a todo el mundo, no uno de los típicos de celebración, y nos dimos cuenta que el restaurante tenía ofertas de groupon, groupalia etc, así que cuando fuimos a probar y cerrar el menú, preguntamos (bueno, digamos que yo, porque a mi maridito eso le da mucho corte) a ver si podíamos coger el menú con cupones y añadir cosas y nos dijeron que “Claro!”, así que aprovechamos el “ahorro” para cambiar el vino, añadir entremeses y pagarnos unas copichuelas al acabar la comida, y todo hay que decir que la elección fue todo un éxito.

Después de la estupenda comida que tuvimos, le dimos los regalitos, (y tengo que decir que estoy bastante contenta y orgullosa como madre ya que el niño llevaba tiempo diciendo que no quería regalos, y que si alquien quería, le podía dar algo de dinero para contribuir al viaje a Disney Paris al que quería llevarles su tía y así que no le saliera tan caro, cosa que finalmente fue una muy buena idea como regalo de parte de resto de la familia, abuelos y tios).Aun así se quedó más contento que unas castañuelas con unos regalos que no esperaba! Un MP3 que le regaló su primita, un superdron terrestre saltarín con videocámara con el que pudo jugar por allí (gracias gracias Juanjo, que no sé cómo hiciste para conseguir que funcionara con los recursos de que disponías!) , unas entradas a Legoland de nuestros amigos que viven al otro lado del “canal” (que disfrutaremos todos en familia!) y un curso de cocina de una semana (y que Dios nos ampare cuando quiera hacernos la comida todos los días de este verano). Lo más gracioso del asunto fue que al darle el regalo del curso de cocina, le habían preparado una caja sorpresa con varios regalitos para que abriera antes del “vale”, el primero que abrió fue el gorro de cocinero “Ahhhh que bien! Un gorro de cocina!”, el segundo que abrió fueron una cuchara y tenedor de palo “Ahhhh ya sé lo que es ya se lo que es!!!”, el tercer regalo, el delantal “Siiiiiii justo lo que quería!!!! Un Kit de cocina!!!” Bueno, bueno, qué ilusión le hizo después cuando vio que había un regalo más que era el vale por el curso de cocina… que crío, y mira que se hubiera quedado tan contento con el gorro, los cubiertos de madera y el delantal!!!

Después de las copichuelas tuvimos la piñata, y la mesa de chuches y bocadillitos para tapar huecos que les quedaban a algunos… y  jope con la piñata…. Madre mía sí que la aprovechamos bien! Los críos dándole y dándole con el palo y aquello no había modo de que se rompiera! De buena calidad Sí Señor!, pero lo bueno fue que así pudieron pasar casi todos a darle garrotazos hasta que por fin cayó y salieron todas las chuches y juguetitos que había comprado para la ocasión. La verdad es que me llevé una pequeña decepción eso sí, porque había comprado unas bichos como de silicona que ponía que se metían en agua y creían 600% su tamaño, y yo estaba superconvencida de que se iban a hacer 600 veces más grandes, y aunque pensaba: “madre mía donde vamos a meter eso!”, pensé que a los niños les encantaría. Cual sería mi sorpresa cuando me dijeron que 600% su tamaño era 6 veces más grande…. jope pues vaya…. Y digo yo, menos mal que trabajo con números… mejor no decir nada a mi jefe!