Nosotros no somos muy alarmistas ni aprensivos, pero a veces con cosas que pasan te quedas con la mosca detrás de la oreja y después de todas las cosas raras que oyes, no te quedas tranquil@ hasta que compruebas que no es nada. Por ejemplo, este fin de semana pasado, estábamos jugando con los peques en la cama despues de bañarlos antes de vestirles, y de repente, mi marido y yo vimos que el mayor tenia el ombligo muy rojo y parecía irritado. Claro, lo primero que piensas es que se ha estado rascando hasta hacerse daño, asi que…: «Jon, cielo, te duele el ombligo?» Se lo mira y todo serio «No amatxu, no duele». Obviamente hay que insistir un poco…»Y… te pica? O te has estado tocando o rascando?», «Que nooooo ama, que no me pica ni nada». Bueno, ya, como dije antes, te quedas con la mosca detrás de la oreja y haces nota mental de mirar como evoluciona y si sigue así 2 o 3 días llevarle al médico porque esa zona es rara para se irrite (digo yo). La cosa no va a más, y al día siguiente, por la noche, duchándole le digo a mi marido «Anda, mira, ya se le ha quitado la irritación», nos mira Jon desde la ducha y dice «Aaaaaahhhhhh ya se lo que ha pasado! Que es que el otro día en clase, se me cayó un «roturki» (para el que no sepa euskera, roturki=rotulador), por debajo de la camisa con la punta para abajo……» !!!!!!!!! Claro, ahí ya no sabes si estrangularle por no contartelo antes o darle unos besos porque no es nada y un poco de alivio porque no estabas sola tú, sino acompañada, y él tampoco se dio cuenta que aquello rojo era pintura de rotulador! (os juro que se lo había pintado superbien, si pintara así otras cosas sacaba sobresaliente!).
Tienes unos crios que son la bomba!!…besos
El próximo día que les vea les voy a plantar un par de besos a tus crios, son un amor!!!
Besos